
"nuestros parientes lejanos escuchaban bastante a sus tripas y actuaban según las señales que sus cerebros intestinales les enviaban. De hecho, para los animales LA VOZ del cerebro entérico sigue siendo un factor de información y COMUNICACIÓN PREDOMINANTE. Frecuentemente nos asombra la intuición tan certera de los perros, caballos y gatos. Están atentos a lo AUTÉNTICO, las señales de sus tripas.Pero nosotros, LOS HUMANOS, y hemos suprimido esa capacidad intuitiva de nuestras entrañas, ya que la voz de la TODOPODEROSA MENTE, y de la conciencia nos guía constantemente.A pesar de todo, de en en cuando, experimentamos ese <<sentir de las tripas>>; es un aviso que viene desde muy dentro y aparece en SITUACIONES EMOCIONALES extremas. Se presenta desde el cosquilleo placentero, hasta un nudo, vacío o dolor. Así nos habla el cerebro intestinal. El pobre, para llamar nuestra atención y generar atención, tiene que gritar muy fuerte a través de diarrea, espasmos o naúseas"
—Joana Bonet
Ambos cerebros evolucionaron
El sistema nervioso entérico (intestinal) controla el aparato digestivo, y se encuentra en el esófago, estómago, intestino delgado y colon. Os recuerdo que en el tracto digestivo también hay neuronas. Este sistema es SENSIBLE a las hormonas, y tiene que poner en marcha procesos y funciones (movimientos y reflejos), regulación de las secrecciónes pancreáticas y biliar, digamos que tiene que estar al tanto de la digestión
Aquí también se encuentran muchísimos NEUROTRANSMISORES, que tienen que ven mucho en nuestro ánimo y nuestra conducta
Serotonina y Dopamina. Benzodiazepinas
Como os he comentado en alguna que otra ocasión en el intestino se produce el 90% de la serotonina. Un dato a tener muy en cuenta.
La serotonina regula el apetito, actividad motora, cognitiva y el deseo de empotrar.
Además está en pleno contacto con otros neurotransmisores relacionados con la angustia, miedo y agresividad. Tiene una relación directa con la MELATONINA, que se encarga de que podamos dormir. El neurotransmisor del buen rollo, y en el caso de la dopamina del placer (50%). Además también se producen benzodiazepinas que producen efectos de relajación en nuestro organismo
(...)
El intestino le habla al cerebro y este le responde, tienen una relación bidireccional cómo os comentaba días anteriores cuando os hablaba del microbioma. También me gustaría añadir que las dolencias del CEREBRO, o los RECEPTORES DEL DOLOR son mínimos en el cerebro, y sólo aparecen una vez hay problemas de verdad. Por eso te ruego que cuides de tu intestino, si tu intestino está sano junto a todas tus bacterias, lograrás proteger a tu cerebro.
[Fuentes]
Michael Gershon [El segundo cerebro]
Inteligencia digestiva Dr. Irina Matveikova
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