Es un trastorno de la alimentación
Os voy a contar mi experiencia, y la de muchos otros que se han recuperado conmigo teniendo el ‘sindrome del comedor nocturno’. Este trastorno surge por crear un patrón, un hábito o una mala rutina que perpetúas en el tiempo. Os voy a dejar enlaces para que entendáis lo que voy a explicar a continuación.
Síndrome del comedor nocturno
Hola corazones, hace años sufría de ATRACONES cómo ya os he dicho por aquí, por facebook, por twitter y por instagram la verdad es que a cabezón no me gana nada. Xavi decían que los del Madrid no saben perder, pero no vengo a hablar de eso, vengo a hablarte que este mal vínculo se caracteriza cuando hay algo en tu vida que comienza a fallar como también pasa con los atracones, pero hay una diferencia enorme.
Los atracones son por la noche en un espacio reducido de tiempo, por ejemplo te puedes levantar en 2 horas de la cama 8 veces y haberte comido media nevera, más del triple que has comido por el día.
Sensación de conciencia, pero de no tener el mando, de saber que va a pasar algo, pero no poder detenerlo.
Es una especie de trance, no lo quieres hacer, pero lo haces.
Piensas que el día que quieras vas a parar, pero no puedes, solo lo superas cuando estás fuera de cada porque tienes vergüenza de levantarte, al menos es lo que me pasaba a mi, y a las personas que llevo, fuera remiten, en casa vuelven.
Te intentas resistir, tener el control, comiendo menos por el día, pero nada hagas lo que hagas, llega la hora clave, acudes a la nevera y la lías. Es una frustración increíble.
Necesidad irracional de comer algo antes de irte a dormir, de necesitar un placer externo para lograr el sueño, y 10 minutos después levantarte, una, una, y otra vez.
¿Qué hacía para intentar evitarlo?
Unos «ayunos» mal hechos, pero con todo el hambre del mundo. Es decir, sabía que a la noche iba a comer lo que hubiese en la nevera, me era indiferente queso, azúcar, pimiento, lo que sea.
Hacía mucho cardio para compensar, porque por aquella época contaba calorías, quería tener el control, y sobre todo la perfección de todo lo que hacía en mi vida.
Repito, control y perfección.
A nivel anímico estaba en la puta mierda. Al principio piensas que es una mala racha que no pasa nada, pero luego te das cuenta que los atracones forman parte de tu vida. Y esto es una resignación brutal. Hay temporadas dónde hay más frecuencia y más duración.